lunes, 14 de abril de 2025

El Principito: cierre alumnos de 3º, 4º, 5º y 6º

Las aulas de 3º, 4º, 5º y 6º han despedido también al principito. 

Para estos alumnos, que han leído la obra original, hemos hecho una adaptación de los capítulos XXIV,XXV, XXVI Y XXVII con una pequeña representación en el hall de entrada. 

El papel de piloto a cargo de Vanesa y el del principito, Javier Ventura, alumno de 2º de ESO que ha sido un magnífico colaborador en estos días.


Resumen del final de la obra:
El piloto se encuentra en una situación muy delicada, pues se han cumplido ocho días desde su accidente y ya no tiene agua. 
Cuando el piloto le dice directamente que corren el riesgo de morir, el principito le propone al piloto ir a buscar un pozo.

Se ponen en marcha y, durante horas, no encuentran nada, el principito dice que el agua puede ser buena para el corazón. A causa del cansancio, el principito se sienta y el piloto sigue su ejemplo. Hablan sobre la belleza de las estrellas y del desierto.

El principito se queda dormido, el piloto lo lleva en sus brazos y siente que lo que lleva es en realidad un tesoro. Al alba, el piloto encuentra el pozo de agua.



El pozo tiene algo muy particular: a pesar de estar aislado en el medio del Sahara, se parece al pozo de un pueblo. El piloto se sorprende por el buen estado en el que se encuentra la roldana, el balde y la cuerda. 
El principito tira de la cuerda y ríe porque han despertado al pozo. El trabajo de levantar el balde con la roldana es muy pesado, por lo que quien saca el agua es el piloto.

Tanto el principito como el piloto disfrutan del agua que beben. El desierto, las estrellas y la música de la roldana hacen que beber sea una fiesta. 
El principito le recuerda la promesa de un bozal para su cordero, y aprovecha para decirle que sus dibujos no son muy buenos. El principio se ríe de los baobabs que parecen repollos y de las orejas del zorro que parecen cuernos. Al piloto no le preocupa demasiado y dibuja un bozal para su cordero.





El principito recuerda a su amigo que al día siguiente se cumple un año de su llegada a la Tierra. En ese momento, el piloto comprende que están volviendo al lugar en el que cayó cuando llegó a la Tierra. El principito le dice al piloto que vaya a trabajar en la reparación de su máquina y que vuelva al día siguiente por la tarde.

Al día siguiente, el piloto se acerca al lugar donde dejó al principito. Éste está conversando con alguien a quien el piloto no alcanza a identificar. Al acercarse más, el piloto ve a una serpiente amarilla a los pies del principito. Comienza a correr hacia el muro y llega justo a tiempo para recibir en brazos al principito que está pálido. Afloja su bufanda, le moja las sienes y le da de beber.




En ese momento, el principito le dice que se alegra de que haya podido reparar el avión, lo que sorprende al piloto porque todavía no se lo ha contado. El principito le explica que hace un año que está en la Tierra y que también debe volver a casa, pero que está lejos y el camino es difícil. El piloto sostiene al principito en sus brazos y se entristece porque ya no va a poder escuchar su risa. El principito le dice que cada vez que mire hacia las estrellas, como él vivirá en una de ellas y reirá en una de ellas, será como si todas las estrellas estuvieran riendo a la vez. Y que será para siempre su amigo.

El principito duda por un momento y luego se levanta y da un paso. Un relámpago amarillo rodea su tobillo y, tras un instante inmóvil, cae en la arena suavemente, sin ruido.


El piloto lee:  "Todo esto sucedió hace ya seis años. Siento cierto consuelo porque nunca encontré el cuerpo del principito, lo que me hace creer que no murió. Lo único que me preocupa un poco es que me olvidé de dibujar una correa para el bozal del cordero y me pregunto si mi amigo habrá resuelto ese problema o si el cordero se habrá comido a la flor. Quizá no deba preocuparme tanto porque mi amigo guarda su flor todas las noches y vigila bien a su cordero. Aunque siempre puede uno distraerse un poco. Es un gran misterio."

Toda la melancolía que puede sentir por su amigo está suavizada por el misterio que hace que él y los lectores, que han llegado a querer al principito, comprendan lo importante que es saber si el cordero se ha comido o no a la flor. 
Según el piloto, solo los niños entienden la trascendencia de ese misterio.
                                 
                            FINAL DE LA REPRESENTACIÓN


Los actores reciben los aplausos del público muy contentos.
Y en el hall de entrada queda la huella del paso del principito por nuestro colegio.


Y una colección de tesoros en nuestro "rincón"


FUENTES: Capítulos del 24 al 27 de "El Principito"
                         

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