En la biblioteca, en la sección de poesía, podéis encontrar una antología muy completa de Claudio Rodríguez con un prólogo de Esperanza Ortega que transcribo a continuación:
"Ser niño en Zamora, en plena posguerra, no era asunto fácil, sobre todo para los que como Claudio Rodríguez, no eran niños ricos. En sus años de Instituto, cuando estudiaba bachillerato, no podía atreverse a soñar que iba a ser el poeta cuyos versos se leen hoy con respeto y placer. Sin embargo, este niño poseía un secreto, un cofre escondido en el que iba guardando las palabras con las que escribiría más tarde su obra poética; poseía una compañera invisible y protectora que llenaba ese cofre y que le preservaba del frío, del hambre y de la desdicha. Siempre a su lado, siempre atenta, la poesía le confió lo mejor de la vida para que él nos lo ofreciera en sus versos.
A los diecinueve años "El don de la ebriedad", su primer libro, ganó el premio Adonais y desde entonces su labor secreta fue reconocida por poetas y críticos. Pero Claudio Rodríguez no olvidó nunca al niño zamorano que fue un día; es más, ese niño habitó en sus palabras y las llenó de inocencia y verdad, de la verdad y la inocencia que poseen todos los niños. Pero su poesía no era pueril, pues encerraba el saber del anciano que no llegó a ser nunca, la sabiduría propia del que quiere vivir intensamente porque conoce que la muerte existe y su proximidad hace más necesaria la alegría.
Las huellas de su vida son sus versos , que ofrecemos aquí a los jóvenes lectores no como un modelo a seguir, ni como un espejo en el que reconocerse, sino como lo que son: caminos. Aquel que los recorra encontrará el regalo de la luz de Castilla, el sonido limpio del agua del Duero y la claridad de un amor cuyo destino era Clara, su mujer, sin la que su poesía no se hubiera elevado hasta cimas tan altas. La amistad, la gratitud, la compasión..son sentimientos que conforman el paisaje interior dibujado por la mano de Claudio Rodríguez.
!Ojalá que esa mano escriba en la página en blanco de sus primeros lectores en el mensaje del niño que supo captar y expresar como nadie la hermosura del mundo!"
(Esperanza Ortega)
Os recomendamos esta exposición que os ayudará a descubrir a este gran poeta de nuestra tierra.
"Viajero, tú nunca
te olvidarás si pisas estas tierras
del pino.
Cuánta salud, cuánto aire
limpio nos da. ¿No sientes
junto al pinar la cura,
el claro respirar del pulmón nuevo,
el fresco riesgo de la vida?
(Fragmento de "Pinar amanecido")
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